lunes, 28 de enero de 2013

"GASTROMANÍA VIETNAMITA"

HUEVO-POLLO COCIDO


La cocina vietnamita nos pareció estupenda aunque con algunas rarezas para nuestra limitada abstracción gastronómica, puramente occidental. Algunos manjares no fueron demasiado bien acogidos por todos, como es el caso del que nos ocupa. Quizás demasiado exótico, por llamarlo de la mejor forma.
 Aquí en España, toleramos como mucho los caracoles, y no todos, las ancas de rana y poco más. Pero como podéis suponer, hubo división de posturas ante tan sorprendente golosina.  Algunos fuimos más valientes que otros, y hasta puedo decir que librando los escrúpulos de la ignorancia o de la falta de costumbre, realmente el "embrión" resultó ser muy gustoso.
El huevo-pollo como le llamamos, aunque aún tenemos discrepancias entre si era un huevo-pollo o un huevo-pato, puedes adquirilo en los quioscos o tenderetes  de la calle, puestos de comida que son muy habituales tanto en China como en Vietnan, y a los que recomiendo acudir si realmente queréis degustar la auténtica comida asiática. Sentados en mini-taburetes de plástico de colores, además  puedes disfrutar "de todo lo que se cuece alrededor". Si encuentras alguno con auténticas sillas, de madera, dí que también encontrarás a un guiri como tú.

Algunos de estos puestos, ambulantes u estancos, sirven comida desde primeras horas del día. Desde las cinco de la mañana puedes ver a grupos de vietnamitas en cuclillas, como agazapados alrededor de un caldero o de un anafe de carbón,  degustando una deliciosa sopa de fideos de cristal, un bollo relleno,  u otros innumerables manjares que no sabría nombrar.
El servicio de comida aquí es perenne, a cualquier hora puedes saciar tu apetito en alguno de ellos.
Ya sobre las once de la noche encontraras a las chef, principalmente mujeres, refregando cacharros con un mísero estropajo y un cubito de agua en el que primero se enjuagaron los cubiertos.

Visto así da miedo, pero os aseguro que volvimos sanos y salvos, y sin ningún percance de bacín digno de reseñar.

Añadir leyenda
El cigoto relleno de sí mismo, es éste que os presento en la fotografía central. Está simplemente cocido en agua con sal y su sabor según la parte  que estés degustando  recuerda a la yema de huevo duro, en la zona anaranjada, o a una carne de pollo muy, muy fina. ¡Hay que probarlo!

EN LOS MISMOS PUESTOS DE COMIDA PUEDES HACERTE LA MANICURA O ALQUILAR UNA MOTO
EN LAS CALLES DE CUALQUIER CIUDAD DE VIETNAN PUEDES DISFRUTAR DE BARBACOAS DE CARNE, PESCADO O VERDURAS

Dejamos pendiente el tema  de las estrellas michelín que otorgamos a los puestos-restaurantes de los mercados vietnamitas.  Y hablaremos también de las innumerables marcas de cerveza que son de producción propia, y de las particularidades en su servicio.
 

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